Mucho más que una visita al ex-libris de la ciudad, el Convento de Cristo, es una visita que le guía y le envuelve en la mítica historia templaria y que le teletransporta a esa época de antaño. Partiendo de la hermosa Iglesia de S. João Batista desde allí, subiremos el empinado pavimento de Santiago hasta llegar al Castillo y al Convento de Cristo donde descansaremos nuestra mirada en la ciudad que se extiende allí, hermosa y tranquila. Este lugar se ha convertido a lo largo de las décadas en un museo vivo de la historia portuguesa, habiendo sido en este mismo espacio donde se escribieron grandes páginas de la historia de Portugal.

Defoliando este inmenso libro contactaremos con los diversos estilos y formas que viven en este espacio ejemplar único de este orden en el mundo. Desde Charola y sus paneles hasta la ilustre Ventana Capitular o la arquitectura renacentista del Claustro Mayor, esto es verdaderamente un milagro templario. Una vez finalizado, descenderemos a la plaza de la picota, frente a la cual se encuentra la Várzea Pequena, un lugar donde nos despediremos mirando el lecho de Nabão.